El universo de Meza es un víacrucis que se niega al olvido. Un empeño valeroso por conservar la tradición de los lenguajes de la miseria y la desheredad.
Meza, a veces con la alegría de la picaresca rural, a veces con su dolor, busca las raíces del verbo hecho paisaje, música, caricia, magia, comida, danza, hambre, desamparo nacional, muerte; para ubicar en nuestro mapa de piel la orientación de las palabras, el refugio de nuestras oraciones.
En la narrativa de Meza, la herencia sigue viva, seguimos recuperándonos hasta desvestirnos del oropel y quedar con el autentico rostro, aquel, el tan temido, el tan discriminado, el tan de maíz y tierra.
Rostro sin reflejo en los espejos porque es espíritu.
Del disco FIN, editado en el 2006 para Subconsciente records
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